Una De Piratas


Mi primer contacto con piratas, fue 'La Isla del Tesoro' de Stevenson. Primero a través de la palabra escrita y luego en película, quién no recuerda aquello de «Quince hombres sobre el cofre del muerto. Ron ron ron la botella de ron. La bebida y el diablo hicieron el resto. Ron ron ron la botella de ron».
Pueden cantarla en alto. Les doy permiso.
Otros los conocieron a través de las aventuras del Capitán Trueno, o de Sandokan, y los más pequeños a través del capitán Jack Sparrow, en 'Los Piratas del Caribe'.
Creo que el halo -vamos a decir 'romántico'- que los rodea, nació con los piratas ingleses, igual que el cariño por los salteadores de caminos con el personaje de Robin Hood.
No se pongan tristes. Nosotros tenemos a Curro Jiménez.
Después de lo de la Armada Invencible, los bucaneros camparon aún más a sus anchas por los mares.
Y haciendo un inciso les hago la consabida recomendación: recuerden no montarse en nada que se mueva y que rezume grandilocuencia en el nombre, tipo Armada Invencible o Titanic. Que son proclives a que les echen el mal de ojo el resto de la humanidad y eso es mucha mala onda junta.
Pues bien, desde entonces acá, de los únicos piratas que oí hablar son los malayos, que parecen conservar la frescura de la crueldad de antaño.
Y ahora, los de Somalia. Se repiten situaciones y nos toca combatir de nuevo a los piratas. En enero zarpará la fragata 'Victoria', pero esta vez, con el apoyo europeo.
No crean que carecemos de piratas propios. Tenemos reconocida fama en el pirateo informático. Como aquellos chistes del ruso, el americano, el inglés y el español. Adivinen cuál tenía más jeta. Los españoles perpetran sus 'crímenes' calentitos en casa, no faltaba más; somos la generación del donut. Si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería.