Rebelión En Las Aulas


De los profes. Según una encuesta, más del 80% de los profesores de Enseñanza Secundaria Obligatoria del Principado, -una barbaridad- tienen problemas de disciplina con los alumnos.
Hace unos cuantos años los niños poseían un libro y un maestro por curso. Se acuñó «la letra con sangre entra» y los regletazos en la punta de los dedos -para que doliesen bien- estaban al orden del día.
Después las normas se relajaron, menos mal, y el alumno no era entonces considerado un mero continente de batallas, fechas, ecuaciones y poesías; de recitar las lecciones, se pasó a razonarlas y a fomentar la creación de opiniones.
El libro 'todo-en-uno' se transformó, -para alegría de editoriales y desgracia de los monederos-, en siete u ocho correspondientes a otras tantas asignaturas y a otros tantos profesores.
Luego, los 'profes' tornaron en 'coleguis'.
El siguiente paso es dar trabajo a los psicólogos con las bajas por depresión de los profesores, que se encuentran con alumnos a los que no sólo tienen que educar amueblando sus azoteas de raciocinio intelectual, si no que también deben 'edulcorar' la parte de las normas de convivencia básica.
Ciertos padres deberían reconocer que el profesor no tomó parte en el proceso de fabricación del niño y por lo tanto, en ese último aspecto su responsabilidad es limitada.
El profesorado está desconcertado. En la Universidad no los han preparado para resolver estas agrestes situaciones.
Con mis ojitos he visto un enfrentamiento entre profesor y alumno en el que uno lo llamaba idiota y el otro contestaba que era estúpido. Tampoco es. Necesitan urgentemente un cursillo de Super-Nany para adolescentes, por lo menos para sobrevivir hasta que los padres se hagan cargo de nuevo de lo que han traído por voluntad propia a este mundo.