Bailemos


Me late el corazón que este año el carnaval resurgirá con más fuerza y las fiestas serán más fiestas que nunca para echar del cuerpo en forma de carcajada la tensión que llevamos dentro, cuando crisis se convirtió en una palabra de uso diario prendida en la solapa desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
Cada día las tiendas de segunda mano están más repletas. Se vende de todo; cabeceros, rieles, llaveros, plafones, humificadores, christmas e incluso revistas del corazón atrasadas. tengo miedo que alguno haya vendido hasta las ovejas que contaba por las noches para dormirse.
De las charlas de maruja a maruja en el mercado o de cómo desaparecen diabólicamente los billetes de 50 euros en la compra del día, mejor no hablar.
Las integrantes de la Asociación de Amas de Casa de Avilés ya se están poniendo las pilas preparando la celebración del Antroxu de este año, y sabias ellas, entre otros actos y conferencias, se cuela una charla sobre nuevos enfoques para tratar la depresión: hay que hacer todo lo posible para que no aparezca en medio de los festejos. Lo mejor es dejarla encerradita en el monedero y si hay ocasión, enterrarla con la sardina.
En cuanto a San Valentín, es una ocasión única para desarrollar la creatividad. Quizás para aunar utilidad e inversión en el regalo, una dentadura postiza acompañada del mensaje «estaré a tu lado cuando la uses» nos puede sacar del apuro.
Nos acogeremos a la sabiduría Zhen, de Confucio o de nuestro refranero popular: «no hay mal que cien años dure», «todo pasa, nada permanece», y «que nos quiten lo bailao». Por unos días, dejemos de bailar al ritmo del Euribor y preparémonos para sustituirlo por los alegres e irreverentes sones del carnaval. ¿Apostamos cuál va a ser el tema de las comparsas de este año?