Comer Y Engordar

La noticia sobre un fármaco que permite comer sin engordar es cuanto menos sorprendente. Y realmente hace reflexionar. Últimamente parece que todos los esfuerzos del ser humano no están enfocados en cambiar su forma de vida e intentar abandonar costumbres nocivas, sino en mantenerlas y buscar las soluciones a posteriori, cuando el mal ya está hecho.
Creo que si hubiera que buscar una palabra que defina esta situación, sería 'comodidad'.
Comprendo que frenar un problema incluye soluciones abocadas al 'ya', rápidas y eficaces, pero a largo plazo, lo que verdaderamente importa es la prevención. ¿Por qué conservar los malos hábitos que nos hacen comer más de lo que necesitamos? ¿Por qué no exigir saber qué es lo que nos dan de comer? ¿Por qué hay productos que en nuestro país están permitidos y en otros no y al revés?
De momento sólo han probado el fármaco con ratones, pero en vez de ser una medicina con fines curativos, parece más bien la creación de un producto para vender a gran escala, y lleva en este caso, el camino de convertirse en un best-seller medicinal si llega a comercializarse. Nos hemos acostumbrado a elegir la comida por el sabor, sin darnos cuenta de que precisamente es lo que nos venden: alimentos 'con sabor a' pero que no contienen en realidad el ingrediente natural, sino un sucedáneo artificial.
Hace ya tiempo que los médicos alertan sobre la afición que tenemos a los medicamentos, a buscar tal grado de seguridad, que nos hace consumir medicinas que no necesitamos con la esperanza de evitar catarros y otros males menores. Nuestro cuerpo se acostumbra a ellos y en vez de fortalecerse, se debilita. La mejor medicina preventiva siguen siendo los alimentos naturales, y afortunadamente, vivimos en una tierra privilegiada, aunque no sabemos sacarle el rendimiento adecuado.
Y todo lo bueno que tiene Corvera, van a compartirlo los alumnos del colegio de Los Campos con compañeros de La Rioja y Zaragoza gracias al programa Arde. Buena edad para aprender a valorar nuestro entorno.
25/12/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández

Sobre Leer

El tema es recurrente y todos con los que lo comento me dicen lo mismo: hoy en día no se lee como antes, en particular los adolescentes.
Hay campañas a favor de la importancia de la lectura, de concienciación de que un libro es un amigo. todo con tal de conseguir que el amor entre las letras y los jóvenes cerebros cuaje.
Pero nada; cuesta buscarle el lado divertido al Quijote y el 'Lazarillo de Tormes', ni es ya un pillo ni es ná. Y tampoco parecen encontrar atracción por los libros de los escritores modernos.
Pero analicémoslo detenidamente. Se dice que ya no leen porque ven películas, porque les gustan más los videojuegos, porque son vagos y leer es aburrido.
Afirmo que no es verdad. Si leen. Las enormes colas para comprar 'Harry Potter' y las historias vampíricas de Bella y Edward, los protagonistas de la saga de 'Crepúsculo', lo confirman. Si les interesa, sí que leen.
Bah, dirán algunos, pero eso no es buena literatura. No me encuentro cualificada para criticar lo que es bueno y lo que no, pero si lo tengo claro: hay que cambiar el lenguaje narrativo y esforzarse más. Cómo todo en la vida, la literatura no se puede regir por los mismos cánones durante tiempos inmemoriales, tiene que adaptarse a la realidad actual. No significa que tenga simplemente que imitar otros discursos narrativos; además debe buscar su propio ritmo e innovar.
Ya no se llevan las largas descripciones, el poder reside ahora en los diálogos y sobre todo y más que nunca en la imaginación. Ahí está realmente el valor de la palabra escrita. El cine - que no niego que también me encanta- lo da todo hecho, no hay nada que imaginar.
Crear un mundo de letras lo más visual posible es un reto difícil pero superable. No muchos pensarán lo mismo -viva la diversidad, añado- porque cada uno tiene su propio sistema de valoración, pero siempre he admirado a quienes desarrollan su trabajo y consiguen que la mayoría pueda entenderlo y valorarlo. El mundo no sería el mismo sin Poe, Salgari, Julio Verne, Stevenson o Michael Ende.
18-12-10 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández

Chivos Expiatorios

En Noviembre se celebraron las II jornadas sobre el Absentismo Escolar, que crece progresivamente y alcanza proporciones que lo convierten en un problema social. Una de las conclusiones a las que se llegó es la falta de motivación del alumnado -de la que se culpa a la escuela- que debe «competir» con otros medios para atraer la atención del alumno.
Y si se les pregunta a algunos de los alumnos, responden que para qué van a estudiar si luego no van a encontrar trabajo. el lema de la llamada generación 'ni-ni' (ni estudian, ni trabajan).
Parece esto el sistema de recompensas del perro de Paulov. Ese perro al que acostumbraron a que cada vez que sonaba la campanilla tocaba pitanza, por lo que el animal, salivaba ya con el sonido precursor.
Es decir, si me das trabajo estudio, y si no, no. Y así traspaso el poder de decisión sobre mi vida al gobierno (me da igual cuál) y dejo que tomen el control. Que el sistema educativo no es muy bueno, de acuerdo; que debería esforzarse en dar lo mejor de sí mismo, también. Pero uno cuando estudia, no lo hace para los demás y siempre estará en mejor situación un parado estudiado que uno sin estudios.
Lo ideal sería buscarles la vuelta a los chavales y ayudarles a descubrir lo que les gusta y animarlos. Es cierto; la mayoría de la gente se las apaña muy bien en la vida sin necesidad de carreras y de títulos. Pero no hay que engañarse: no están de brazos cruzados esperando que llegue la divina providencia; se fijan unos objetivos y hacen lo que pueden por conseguirlos.
Que le gustan los videojuegos y no saca las narices de la pantallita de la nintendo, pues que aprenda a crearlos y a diseñarlos.
Que la niña salió nocturna y no le gusta más que pintarse e irse de juerga, pues a inclinarla hacia esteticién, maquilladora especializada o hacia el diseño de ropa.
Que se muere por los conciertos y por la música, a componer. Ya no hace falta pasar por tocar la guitarra ni la flauta; hay programas informáticos que ayudan, y para empezar y motivar, no están mal.
11-12-2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández

A Por La Colección

Recuerdo que hace unos años me hablaron de un estudio que afirmaba que los españoles tenemos tendencia a coleccionar. El comentario surgió tras charlar sobre la cantidad de coleccionables que en ciertas épocas del año salen a la venta, sobre todo en septiembre. Enciclopedias, novelas de misterio, cursos de idiomas, casitas de muñecas, relojes, minerales, revistas de ganchillo, dvds de películas de grandes actores, muñecas del mundo, semillas de plantas. Todos estos coleccionables han hecho un infierno de la vida de muchos kiosqueros, que estoy segura de que deben dedicar una hora de promedio todos los días a sacar y meter todo el tenderete. Algunos, desesperados cuando les preguntas por algún fascículo de una colección en particular, señalan con el dedo vacilante hacia una esquina diciendo eso de «búsquelo por ahí, si no lo ve es que ya no quedan.».
El ser humano emprende colecciones para todos los bolsillos y para todos los gustos.
La de coleccionar servilletas de bares y restaurantes (barata y divertida, no tienes ni que comer en el lugar) la conocí por una amiga en mi época de estudiante. Yo empecé una vez una muy discretita de posavasos y otra de marca páginas. Otros juntan botellitas con tierra de los sitios que visitan. Antiguamente se coleccionaban entradas de cine pero ahora con eso de la impresión láser, se borran con el tiempo.
Los hay que coleccionan objetos que a nadie se le ocurre como el norteamericano que en 30 años se ha creado su propio museo de tapas de wc. Otro colecciona bolsas de mareo de los aviones y otro las bolsitas de azúcar que normalmente se dan con el café.
Para los que se animen a coleccionar recuerdos de las ciudades que visitan, Avilés ofrece originales opciones; para coleccionistas son las pulseras con los edificios emblemáticos de la ciudad y las piezas de cerámica negra y azabache. Y los golosos pueden llevarse el mejor recuerdo: el del sabor de los bombones con la forma de los tres conos de la ría, las pastas de la foca de Avilés y las Niemeyitas.
4-12-2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández