En Villaviciosa siguen encontrándose restos óseos de dinosaurios -los últimos fósiles aparecieron en el puerto de Tazones-, que se suman a otros hallazgos interesantes como son las enormes huellas grabadas en las rocas a lo largo de la costa Jurásica asturiana.
Desde la infancia, el Jurásico es de entre todos los periodos mi preferido; antes de Spielberg ya me entusiasmaba con las diversas versiones del 'Viaje al Centro de la Tierra' y con los enormes bichos que aparecían en pantalla.
Mala fama cogen los pobres en estos films, donde nos los presentan casi siempre además de verdes, con hambre. Quizás la causa más probable es que los actores tienen la manía de aparecer a la hora del pincho.
Cuando pensamos en que su tiempo pasó y que es el tiempo del hombre con mayúsculas, nos sentimos los reyes del universo.
Si ellos eran grandes y fuertes, nosotros somos inteligentes. Pero echando mano de los números, las expectativas y los aires de grandeza se nos pueden bajar hasta los pies. Como comparar su cuerpo ciclópeo, que arrastraron impunemente por todo el ámbito terrestre durante millones de años, con el nuestro, serrano, pero de reciente aparición.
De todos los restos, los que nunca llamaron mi atención fueron los coprolitos; interesantes sin duda para los paleontólogos a efectos de conocer su dieta.
El único pensamiento que me provocan es que ojalá nunca alguno de nuestros descendientes tenga que ver en el futuro una boñiga tras un cristal como algo extraordinario, tal como está quedando el campo desprovisto de vacas.
Les recomiendo encarecidamente una visita al Museo Jurásico, el MUJA, para ver una Asturias desconocida, sumergida por largos periodos en el mar y dominada por pantanos y marismas en otros, y como no, la Asturias de los dinosaurios.
Desde la infancia, el Jurásico es de entre todos los periodos mi preferido; antes de Spielberg ya me entusiasmaba con las diversas versiones del 'Viaje al Centro de la Tierra' y con los enormes bichos que aparecían en pantalla.
Mala fama cogen los pobres en estos films, donde nos los presentan casi siempre además de verdes, con hambre. Quizás la causa más probable es que los actores tienen la manía de aparecer a la hora del pincho.
Cuando pensamos en que su tiempo pasó y que es el tiempo del hombre con mayúsculas, nos sentimos los reyes del universo.
Si ellos eran grandes y fuertes, nosotros somos inteligentes. Pero echando mano de los números, las expectativas y los aires de grandeza se nos pueden bajar hasta los pies. Como comparar su cuerpo ciclópeo, que arrastraron impunemente por todo el ámbito terrestre durante millones de años, con el nuestro, serrano, pero de reciente aparición.
De todos los restos, los que nunca llamaron mi atención fueron los coprolitos; interesantes sin duda para los paleontólogos a efectos de conocer su dieta.
El único pensamiento que me provocan es que ojalá nunca alguno de nuestros descendientes tenga que ver en el futuro una boñiga tras un cristal como algo extraordinario, tal como está quedando el campo desprovisto de vacas.
Les recomiendo encarecidamente una visita al Museo Jurásico, el MUJA, para ver una Asturias desconocida, sumergida por largos periodos en el mar y dominada por pantanos y marismas en otros, y como no, la Asturias de los dinosaurios.