Papel contra Bits

En una entrevista hecha al librero de Azuzel, además de hablar sobre el panorama de las letras en Asturias, se hace referencia a la controvertida discusión que se mantiene desde hace años entre la hegemonía del papel y el auge del e-book, los libros del futuro. Soy defensora del libro de papel, no hay como disfrutar relajando la mirada por veredas hechas de tinta, un placer personal sobre todo para los que estamos acostumbrados desde la infancia. Pero hay que reconocer que el e-book ofrece ventajas en la vida moderna de las que carece el tradicional. Se gana en rapidez, en disponibilidad y en comodidad, puesto que se pueden adquirir desde casa o desde cualquier sitio en que estemos conectados a internet. Podemos estar de veraneo en cualquier pueblo de la Conchinchina, sin librerías y sin quioscos, y sin embargo disponer del servicio que nos daría la biblioteca más grande del mundo. La cantidad de títulos a los que puede accederse es casi infinita, y no hay que esperar a una posible o dudosa reedición para gozar de ellos. No ocupan tanto espacio y además el libro electrónico se puede llevar incluso en el bolsillo, porque hay que reconocer que muchos lectores son, sobre todo en la gran ciudad, lectores del transporte; lectores de autobús o de metro que aprovechan el tiempo muerto del desplazamiento para hacer algo positivo y disfrutar del placer de la lectura.
A pesar de todas las ventajas el libro de siempre tiene algo insustituible, y lo interesante es la convivencia de ambos medios. Pero si me preguntan por el futuro, afirmo que por mucho que se quiera evitar, es de los e-books. No lo digo influenciada por ardor científico ni supuestas visiones futuristas. Es que los libros están hechos de papel, y por mucho que duela, los árboles son el pulmón del planeta y llegará un momento que no habrá recursos suficientes. Imagino que entonces los libros físicos subirán como el kilo de angula y por razones económicas y de supervivencia, nos adaptaremos irremediablemente al medio electrónico.
29/5/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández