Reparto De Manzanas

Llega de nuevo el tiempo de las fiestas veraniegas, el reinado de la sidra entra en su apogeo y las delicias típicas culinarias asoman enmarcadas por las ferias del queso y del vino en Avilés y del bollo preñao del Martes de Campo en Oviedo. Es tiempo de arroz con leche, frixuelos y otras maravillas que están dispuestas a tentarnos y hacernos romper la dieta - y la verdad es que con semejantes tentaciones nos vamos a dejar -.
La cantidad de gente que acudió a estas fiestas da una idea de lo que queremos divertirnos tras esta tormenta de crisis que parece que no nos abandona por más que lo intentemos.
A una tarta de queso tradicional hecha con buen material, no hay quien se resista. Y al arroz con leche requemado con su azúcar y canela, tampoco. Sobre todo si se tuvo la experiencia de probar uno de esos postres envasados y precintados, en los que la leche va por un lado y los arroces flotan náufragos por el otro. Por si no se ha notado aún, soy fanática de los postres y siempre les reservo un sitio de honor.
La Asociación de Vecinos de Versalles, conocedora del portentoso poder de lo culinario, usó como munición los frixuelos para tratar de convencer a los fumadores de que cambiasen sus hábitos en el Día Mundial sin Tabaco. A frixuelo por cigarrillo, los fumadores salieron ganando con el intercambio. No sé si todos los que entregaron un cigarrillo serían fumadores. En otras partes, a lo largo y ancho de toda Asturias, la moneda de cambio fue una manzana. Sin embargo, estoy segura de que los frixuelos tuvieron mayor reconocimiento.
Y que conste que no le quito méritos a la manzana; es famosa por todo lo que se puede hacer con ella, una materia prima que se cuece, se fríe, se asa, se convierte en sidra.
Hasta cuando cae del árbol da buenas ideas, como le pasó a Newton. Y precisamente por eso, la Nasa se llevó un trozo de manzano de paseo por el espacio, en concreto de ese cuya manzana inspiró al físico. Es la manera que tuvo la Royal Society británica, de celebrar su 350 aniversario.
5/6/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández