Peregrinos

Desde que se popularizó lo del año Jacobeo más y más gente hace el camino de Santiago. Unos por una promesa, otros por la aventura, otros como reto: pero lo que es cierto es que todos guardan después una bonita experiencia en la maleta de los recuerdos.
Se ha convertido -simbolizado en la codiciada concha del peregrino- en la experiencia que por lo menos una vez en la vida hay que protagonizar, no importa la lengua en la que hables, ni la religión que practiques. El verano, por cuestiones de clima y vacaciones, es la época favorita para el peregrinaje. La gente se relaja, olvida el asfalto y el camino significa algo más que contacto directo con la naturaleza, significa conocerse un poquito más a sí mismo y la oportunidad de conocer otros pequeños universos representados por todos los demás compañeros desconocidos del camino.
Además este 2010 toca año Jacobeo, el 25 de julio es domingo. Para los que sienten que tienen que realizar el camino en esta fecha señalada es el momento de animarse, aunque precisamente por eso la cantidad de humanidad que lo emprenderá, hará que los albergues estén saturados. El próximo será ya para el 2021.
Hay varios itinerarios para realizar el camino de Santiago. Si se hiciese varias veces lo ideal sería por una ruta distinta cada vez porque todas tienen su encanto. Hay que reconocer que uno de los más atractivos pasa por la costa de Asturias y por lo tanto por Avilés, según se puede apreciar en la página del Gobierno del Principado. El camino entra en nuestra ciudad a través de San Vicente de Trasona y entre sus atractivos se destaca la Iglesia de Santo Tomás, de Sabugo viejo, San Francisco y la de los Padres. En años sucesivos y precisamente frente a esta última iglesia, probablemente los peregrinos encontrarán el museo de la historia urbana de Avilés, dónde conocerán los orígenes de la ciudad incluso antes del otorgamiento del fuero por parte de Alfonso VI. Una razón más para que Avilés quede en el recuerdo de todo aquel que disfrute de su hospitalidad.
19-06-2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS. María José Rosete Fernández