Humor Para Todos

Entre robos y los ecos de la crisis que nos ahogan el ánimo, me he decidido por concentrar mis esfuerzos en escribir algo que al menos dibuje una sonrisa. Empezaremos por algo dulce, a lo Mary Poppins, recordando que este fin de semana es muy goloso gracias al 'Sweet Llambión' en el palacio de Camposagrado, donde se presentan nuevos dulces para agradar al paladar de todos.
Ahora ya tenemos un buen sabor de boca, y para demostrar que de todo se puede reír uno en la vida, nos concentraremos en esos guiños póstumos de aquellos que ni la muerte se toman en serio.
Dicen que Groucho Marx grabó en su tumba aquello de «Perdonen que no me levante», y por mi parte estaría muy bien perdonado, pero a pesar de ser un epitafio famoso no está en la tumba del humorista.
Miguel Mihura, escritor de comedias, se puso uno vengativo: «Ya decía yo que ese médico no valía mucho».
Lo gana el del poeta Heinrich Heine, que dejó su legado a su viuda, con la condición de que se casase de nuevo porque «al menos así habrá un hombre al que le pese mi muerte». Mira que simpático. O a lo mejor pretendía todo lo contrario, que nadie se atreviera a casarse con ella después de semejante publicidad.
El marqués de Sade fue fiel a su estilo: «Si no viví más, es porque no me dio tiempo». Pues no sé que más le quedaría a este señor por hacer. Mario Moreno, Cantiflas, se puso un «parece que se ha ido, pero no», no sé exactamente qué es lo que pretendía generar, si una sonrisa o inquietud.
Molière, famoso cómico, no iba a ser menos y corona su tumba con: «Aquí yace Molière, rey de los actores. En estos momentos hace de muerto, y de verdad que lo hace bien». Pues ya lleva tiempo conteniendo el aliento. Y uno más simpático aún: «Eso es todo amigos», de Mel Blanc, el hombre de las 1.000 voces, doblador de Bugs Bunny, Porky y Piolín entre otros. Lo que está claro es que consiguen lo que anhelaban, no pasar desapercibidos para el resto de los mortales ni después de muertos, porque sus tumbas provocan de todo menos indiferencia.
8/5/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete