Puzzleros

Este mes se reunieron los amantes de los puzzles en Asturias. 40 aficionados de toda España se encontraron el fin de semana del puente en Soto de Luiña, con el bravío pensamiento de unir ¡18.000 piezas de puzzle!
Yo ya me asusto cuando veo uno de mil, sobre todo esos que son de pinturas o de fotos y tienen la variedad tonal muy parecida, de forma que te haces mico intentando encontrar dos piezas que encajen. Las pinturas de Van Gogh son un ejemplo con su interminable gama de amarillos.
Celebraron así el VI Encuentro Puzzlero, y esta vez la palabra no me la he inventado yo.
Sobre el 1900 aparecieron los primeros puzzles para adultos, un entretenimiento entonces de la alta sociedad. Y nos lo creemos porque es imposible imaginar a un trabajador de la época, cuyo horario de trabajo dependía de la luz del sol, volviendo a su casa con el firme propósito de pasarse horas a la luz de las velas y con siete niños malcomidos alrededor, investigando que escondían las condenadas piezas. Venían sin un dibujo u otra pista que ayudase y hasta el final no se sabía lo que se tenía entre manos; se armaban a base de intuición.
Hoy en día está de moda hacer puzzles con tus fotos, por lo que el elemento sorpresa está completamente descartado. Pero sí me parece una idea interesante para contar cosas complicadas. Imagínense que quieren decirle algo que les cuesta mucho a su pareja; se lo escriben en un folio, le hacen una foto, lo convierten en puzzle, se lo entregan y le dicen que la respuesta está en las piezas, y esperan en su casa a que lo arme, lo lea y se le pase la primera impresión.
El puzzle a la venta más grande es un puro desafío de colorines y 24.000 piezas llamado 'Vida - El gran reto', no sé si se referirá a que te puede llevar toda una vida montarlo; ahora eso sí, podrás luego presumir de la proeza encuadrándolo y colgándolo en la pared porque mide 428 x 157 cm. Mirándolo bien, es una buena inversión para estar en casa entretenido hasta que pase la crisis; comes en casa y no sales de compras.
26/12/2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS. María José Rosete