Un Barco en el Monte

En Lusakert, ciudad del norte de Armenia, permanecieron en agosto ocho avilesinos durante más de una semana de mano del programa Juventud en Acción de la Comisión Europea. Entre otras cosas hicieron teatro, en concreto una representación muda sobre el Arca de Noé, porque se dice que en las cercanías de la ciudad fue donde encalló el Arca más famosa del mundo.
Armenia fue el primer país en adoptar el cristianismo como religión oficial; antes incluso que los romanos, que finalmente fueron los que se convirtieron por excelencia en la principal referencia del mundo cristiano. Como siempre a lo largo de la historia, nada de medias tintas: después de dar de comer a los leones con los primeros cristianos (está visto que los principios son siempre dolorosos), no sólo se rindieron a sus creencias, sino que además en un futuro menos glorioso, tuvieron a bien crear su propio organismo de la Inquisición después de que apareciera en Francia y luego se extendiera a otros países como España, Portugal y América.
El hallazgo del Arca está recientito; fue en abril de este año cuando arqueólogos chinos y turcos lo dieron a conocer. Existe un cierto escepticismo y no me extraña. Muchas de las historias del Antiguo Testamento son en realidad leyendas o mitos que parten de un hecho real que ha sido 'adornado' durante siglos. Y más en una época que sin televisión ni periódicos como medio informativo para aclarar las ideas (o para confundirlas, según el caso) la fantasía se fusionaba a la realidad.
Además de esa tendencia humana de buscar respuestas para todo, que sigue en auge y que por otra parte es lo que también nos ha hecho racionales. Así que cuando algo no se sabe, desde tiempos inmemorables se inventa la respuesta que más se acomode a los propios propósitos y tan panchos. Y que precisamente hayan encontrado un barco, que precisamente se conserve, que precisamente sea de esa época, que precisamente esté en las cercanías del monte Ararat y que precisamente sea el de Noé, son demasiados precisamente.
16/10/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández