Y a la derecha, la fuente de los caños...

Esta podría ser una de las frases que escuchásemos a través de los cascos de nuestro MP4 o en el móvil. Aún así, las visitas guiadas por Avilés, todavía guardan un gran encanto. Me cuesta aceptar ese punto de vista según el que necesariamente la modernidad se contrapone a lo que ya existe; las guías audiovisuales proporcionan independencia de horarios para la gente saltimbanqui como yo, y las visitas guiadas dan lugar a beneficiarse de la sabiduría del guía y a explicaciones más detalladas dónde se nos despierta realmente el interés: rumorología histórica.
Aunque por preferencias, seguramente me decantaría por las Noches de Leyendas en el Casco Histórico.
Cultura azucarada con representaciones teatrales, danza y orquesta más gastronomía, en medio de la noche y en verano, es una buena mezcla a la que resulta muy difícil resistirse.
Asturias sigue manteniendo en verano su poder de verde, montañosa y playera seducción y por eso tenemos un delfín en Gijón que se enamoró de la dársena de ampliación del Musel y lo ha convertido en su hogar desde Abril, aunque intentan disuadirlo hasta con ultrasonidos. Pero el chico emula a Flipper, pega algún salto y continúa con su ronda, ajeno al mar exterior. Sugiero cambiar este año el nombre del programa cultural de “A ver la ballena” por “A ver el delfín”… si sale del Musel… se esta ganando el protagonismo a coletazo limpio.
Algo más para la bolsa de playa: un libro. Peter Pan, Mortadelo y Campanilla se dieron su paseo por Salinas para mostrarnos las maravillas de la palabra escrita y la fecundidad del binomio arenas-lectura. Para los niños cuentos, y para los mayores me atrevo a hacerles una recomendación: primero infórmense bien con LA VOZ DE AVILÉS y después relatos. Empiezan y terminan en una sola jornada de playa.
15-08-2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS Mª José Rosete