Pasión Por El Juego

A los asturianos se nos dan bien algunos juegos. Además del entusiasmo por los puzzles también hay fervor por un juego muchísimo más tradicional y con tanta garra en los bares como las cartas. Me refiero al dominó, un entretenimiento que se cree que surgió a partir de los dados hace unos 1.000 años. Desde que se introdujo en Italia se extendió al resto de Europa y de ahí a todas las colonias. En los países latinoamericanos aún causa furor -incluso más que aquí- porque se considera un juego para todas las edades.
Ciertas generaciones tenemos algún recuerdo afectivo ligado al dominó. A mí me enseñó a jugar mi abuelo desde muy pequeña y las partidas me traen a la mente tardes luminosas y tranquilas en las que no había fútbol. Claro que jugar entre dos -que es cómo se suele hacer en los campeonatos- requiere bastante maña y cálculo mental, pues las piezas que no se tengan las tiene el contrario y es ahí cuando uno se empieza a montar historias de senderos de fichas en los que se haga un 'placaje' al contrario sin quitarse oportunidades. Recuerdo que de las que más costaba deshacerse, eran las dobles.
Además, el juego de dominó de mi abuelo traía una dificultad añadida; se perdió una ficha: la del seis blanca. Así que con toda la maña de la que fue capaz -con la misma con la que me hacía palas en la playa en unos minutos con los botes de crema abandonados- talló una en madera y la pintó. Por supuesto se notaba y por lo tanto quedaba abandonada encima de la mesa hasta el último momento.
Los miembros de la asociación de Carbayín Alto jugarán el campeonato de este año en Gran Canaria y van llenos de ilusión.
Y también con ilusión, otro asturiano, Iván del Valle, fue a Las Vegas a la competición internacional más importante de póker.
Algunos asocian el póker al dominó; como derivado que finalmente consiguió vida propia y requiere una habilidad mental todavía más compleja. Lo que está claro es que EE UU lo adoptó y que es difícil no relacionar el póker con los salones de juego del oeste.
7/8/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández