La noticia sobre un fármaco que permite comer sin engordar es cuanto menos sorprendente. Y realmente hace reflexionar. Últimamente parece que todos los esfuerzos del ser humano no están enfocados en cambiar su forma de vida e intentar abandonar costumbres nocivas, sino en mantenerlas y buscar las soluciones a posteriori, cuando el mal ya está hecho.
Creo que si hubiera que buscar una palabra que defina esta situación, sería 'comodidad'.
Comprendo que frenar un problema incluye soluciones abocadas al 'ya', rápidas y eficaces, pero a largo plazo, lo que verdaderamente importa es la prevención. ¿Por qué conservar los malos hábitos que nos hacen comer más de lo que necesitamos? ¿Por qué no exigir saber qué es lo que nos dan de comer? ¿Por qué hay productos que en nuestro país están permitidos y en otros no y al revés?
De momento sólo han probado el fármaco con ratones, pero en vez de ser una medicina con fines curativos, parece más bien la creación de un producto para vender a gran escala, y lleva en este caso, el camino de convertirse en un best-seller medicinal si llega a comercializarse. Nos hemos acostumbrado a elegir la comida por el sabor, sin darnos cuenta de que precisamente es lo que nos venden: alimentos 'con sabor a' pero que no contienen en realidad el ingrediente natural, sino un sucedáneo artificial.
Hace ya tiempo que los médicos alertan sobre la afición que tenemos a los medicamentos, a buscar tal grado de seguridad, que nos hace consumir medicinas que no necesitamos con la esperanza de evitar catarros y otros males menores. Nuestro cuerpo se acostumbra a ellos y en vez de fortalecerse, se debilita. La mejor medicina preventiva siguen siendo los alimentos naturales, y afortunadamente, vivimos en una tierra privilegiada, aunque no sabemos sacarle el rendimiento adecuado.
Y todo lo bueno que tiene Corvera, van a compartirlo los alumnos del colegio de Los Campos con compañeros de La Rioja y Zaragoza gracias al programa Arde. Buena edad para aprender a valorar nuestro entorno.
25/12/2010 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete Fernández