Es buena la idea de tener el mundo, en vez de a tus pies, en tu sofá. Me refiero, según la noticia de LA VOZ DE AVILÉS de Cristina Álvarez, publicada hace algunas semanas, al 'couchsurfing' o por españolizarlo un poco y darle un toque de esperanto, 'sofating internacional', al que pertenecen 37 sofás avilesinos.
A la cama se le tiene mucho cariño, pero en menor proporción que al sofá, compañero inseparable y consumidor insaciable de nuestras horas de relajación.
Da juego. Es el aparato de musculación del iris más avanzado que existe: sirve para ver el fútbol, para ver películas, para ver el telediario, para ver documentales.
Pues bien, eso de hacer un recorrido por los sofás del mundo y a la vez ofrecer el tuyo, tiene por ventaja un tremendo ahorro y la oportunidad de conocer a gente cuyo interés vital es viajar simplemente por el gusto de conocer.
Y da lugar a muchas situaciones que podrían desembocar en el argumento para una película.
Como el lugar de interés es un sofá, se puede rodar una de bajo presupuesto, aunque pocas ganarían a 'Colin', la del galés Mark Price, con un gasto de menos de 50 euros. Es extraño, pero las películas que han tenido éxito y presumen de ser rodadas con apenas medios, son la mayoría de terror, de temas apocalípticos o de ciencia ficción. A lo mejor es que están hechas por personas con mucha imaginación; tanta, como para imaginar rodar todo un film con 50 euros. Y a los protas, -de origen gratuito-, no se les exige mucho: poner cara de susto y morir decentemente.
En 'Colin', el protagonista es un zombi. Pues digo, que hasta podría conseguir un patrocinador, porque el zombi no tomará ni leche ni galletas, - ¡la de marcas que nos meten en los desayunos de las series españolas, que son casi de buffet!- pero seguro que algún desodorante o colutorio necesitará.
5/09/2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS Mª José Rosete