Punto y Aparte

Nos convertimos en un cúmulo de tarjetas, ya no somos personas, sino carnés; que si el carné de identidad, que si el de la biblioteca, el de conducir, las tarjetas del banco, la del supermercado, la tarjeta del parking, el carné de tal o cual asociación. Cada día veo a la gente con más tarjetas y menos dinero
Números y más números que traducen nuestro comportamiento pero no como somos. Y luego llegaron los puntos, y si los niños coleccionan cromos, los adultos coleccionamos puntos de buenos conductores. Y una vuelta de tuerca más y ahora aparecen los carnés por puntos para pescadores, cortesía de la Unión Europea. Claro que la cuestión es al revés; es no sumarlos, porque son puntos malos y cuantos más se tengan más cerca se está de perder la licencia.
Todo se soluciona con programas informáticos, ordenadores y la red: compras por internet, médico por internet, los viajes y hoteles más baratos por internet, se declara por internet y los niños en muchos colegios ya estudian con un ordenador portátil. La era de la comunicación sin comunicación. Claro que perder de vista ciertas caras largas de alguna ventanilla es positivo, pero dentro de unos años estaremos tan clasificados y tan autosuficientes que no necesitaremos salir de casa para nada. Además de que hay un misterio en todo esto que no logro comprender. Se supone que desarrollar todas estas gestiones a través del ordenador hace ganar tiempo, pero veo a la gente igual de estresada. Tiene truco por alguna parte.
28/11/2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS. María José Rosete

Fiesta Importada

De momento doy la razón a los hechos y a la inequívoca realidad. Somos un país fiestero y Asturias no lo es menos, con el agravante de que nos añadimos a la fiesta llueva o no llueva; no está la cosa para hacerle ascos a nada.
Desde hace unos años, le hacemos guiños a la fiesta de Halloween, que no encaja en nuestra tradición por ninguna parte, pero dada la atracción mundial por lo gótico y sobre todo últimamente por lo vampírico, es bien recibida.
Brujas, zombis y vampiros son los principales protagonistas.
Leyendas repartidas por toda Europa, en la mitología asturiana la Guaxa, y la magia de la literatura crearon estos seres con personalidad propia. Desde que Ann Rice con sus crónicas vampíricas recogió el testigo de Bram Stoker, las historias, series y películas de vampiros proliferan.
Quien no recuerda al horripilante Nosferatu, protagonista de la película del mismo nombre, vampiro apergaminado y chupóptero, que avanzaba escalofriantemente despacio (que no importa, porque el malo siempre llega a tiempo, aunque vaya a la pata coja) por pasillos llenos de cadáveres. En la versión de 1979, los cadáveres eran reales, del museo de momias de Guanajuato, México.
Halloween se ha celebrado en Avilés, Ribadesella, Gijón, Oviedo... y hasta la Concejalía de Juventud y Abierto Asturias planearon una Noche de Terror con gymkana nocturna este mes.
En el Muja se han apuntado a la moda, también los dinosaurios tuvieron su noche de Halloween. Aunque los dinosaurios no necesitan mucha parafernalia; nada me provocaría más miedo que pasar junto a una de esas moles de huesos del museo y que estornudase.
A ver si otro año alguien se anima a celebrar la fiesta de Halloween a la asturiana y que los protagonistas sean los trasgus, las xanas, los espumerus o los pataricos.
21/11/2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS, María José Rosete

Modernismos Del Siglo

Pues eso; todo se moderniza y cambia, excepto las intenciones, que a través de los siglos siguen siendo las mismas. Y en el universo de 'chorizolandia' no iba a ser menos.
Lejos quedan atrás aquellas inocentes películas de Lina Morgan que nos hacían reír, donde enseñaba el arte de robar sin que sonasen las campanillas del muñeco de tela a tamaño natural en 'La llamaban la madrina'.
No sólo había que demostrar habilidad, también se contaba con un equipo con las herramientas del oficio que incluía un juego de ganzúas. Como mucho se podía improvisar con un gancho del pelo para abrir un maletín.
Hoy se las 'apañan' improvisando con material que encuentran por el camino. Y la técnica se convierte en escuela y hasta se bautiza. Ejemplo, el 'alcantarillazo'. Más barato imposible. Agarran una alcantarilla, imagino que la más cercana por eso de que pesa y uno se puede desgraciar los riñones -si se dedican al robo es precisamente para no desgastarlos- y adiós escaparate. El coste de los cristales sí que irá encima de unos riñones: los del dueño.
Y luego también esta la 'Jet Set': los atracos de temporada, es decir, se 'trabaja' unos meses en el extranjero y luego se regresa a casa a vivir de las rentas hasta el año que viene. Así hacían en España la banda de chilenos que detuvo la policía este mes pasado. Por cierto, estos se dedicaban al 'cogotazo'.
También ha evolucionado el timo de la estampita y ahora es, entre otros, el timo del sordomudo, que pide dinero para realizar un centro social. Pero mientras el timo de la estampita jugaba con la codicia de la víctima y con la maldad para engañar a un pretendido deficiente, en el del sordomudo juega con las buenas intenciones de la gente y hace daño a los que sí estén recaudando dinero de verdad para fines sociales.
31/10/2009 Publicado en LA VOZ DE AVILÉS María José Rosete